Domingo de la Expulsión de Adán y Eva del paraíso - Domingo del Perdón

El pasado domingo 17 marzo, La Iglesia Ortodoxa conmemoró el último domingo de preparación para la Gran Cuaresma: el Domingo de la Expulsión de Adán y Eva del paraíso - Domingo del Perdón. Se ofició la Divina Liturgia en la Catedral de la Natividad de la Madre de Dios.

La Iglesia Ortodoxa conmemora el Domingo de la expulsión de Adán y Eva del Paraíso, y nos recuerda que a causa de nuestros pecados hemos perdido el Paraíso pero gracias a la Resurrección de Cristo tenemos la posibilidad de volver a él con arrepentimiento. La Iglesia nos recuerda esto en el comienzo de la Gran Cuaresma, ya que el ayuno y la oración son medios para alcanzar el arrepentimiento y la cura de nuestro espíritu, alma y cuerpo, para que con la Gracia de Cristo Resucitado, adquiramos nuevamente el Paraíso

Y para comenzar este proceso de ayuno y oración intenso que es la Gran Cuaresma, los Santos Padres de la Iglesia nos enseñaron a pedirnos perdón mutuamente. Hoy en el Domingo del Perdón nos pedimos perdón unos a otros, con sinceridad de corazón, pidiendo perdón por cualquier ofensa, mal ejemplo, mala intención, envidia, rencor, y cualquier sentimiento pecaminoso con el que alejamos a un hermano de nosotros y principalmente nos alejamos de Dios. Pidiendo perdón con sinceridad de corazón, dejamos atrás todo rencor y comenzamos el trabajo espiritual en la Cuaresma con un espíritu liberado de la pesada carga de los malos pensamientos hacia nuestros hermanos.

El Rito del Perdón se realiza al final de la Liturgia. Cuando los fieles se dirigen a besar la cruz, el sacerdote se prosterna ante el feligrés diciéndole: "PERDÓNAME A MÍ, PECADOR", y el fiel también hace lo mismo prosternándose ante el sacerdote y diciendo "DIOS PERDONA, PERDÓNAME A MÍ PECADOR". Luego el feligrés se coloca al lado esperando que el siguiente feligrés pase y hagan lo mismo con las mismas palabras. Así nos pedimos perdón unos a otros en el templo.