El Metropolita Amfilohije dio positivo de coronavirus y se recupera: se dirigió a los fieles
El Metropolita Amfilohije se recupera y dice: llevo mi cruz participando, con esta enfermedad, de los sufrimientos de las personas de todo el mundo
El pasado 6 de octubre S. E. R. Amfilohije, Metropolita de Montenegro y el Litoral, dio positivo en el test de coronavirus y quedó internado en el Hospital Central de Montenegro en su capital Podgorica. Hoy, 9 de octubre Vladika Amfilohije sigue recuperándose y dijo: “Estoy tratando de llevar tanto mi cruz como la cruz de la Metrópolis de Montenegro y el Litoral, participando, con esta enfermedad, en el sufrimiento de millones de personas en todo el mundo. Dios envió sufrimientos a la humanidad para curarla del odio, el egoísmo y el individualismo, para que la humanidad se diera cuenta de que Dios es el único que da la vida verdadera. Tal sufrimiento utiliza Dios para recordarnos que la muerte no es la última palabra de esta vida, sino una preparación para el Reino eterno del Dios de amor: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo''.
El Metropolita se está recuperando con éxito, se encuentra bien y los médicos están satisfechos por su recuperación.
Después de recibir el Santo Sacramento de la Comunión, Vladika saludó y bendijo a todos los que se preocupan por su salud, "pidiéndoles que se ocupen por la salud de todos los que sufren, no sólo aquí en Montenegro sino en todo el mundo".
Transmitimos integralmente el discurso del Metropolita de Montenegro y el Litoral S. E. R. Amfilohije:
"El Santo Obispo Nikolaj, que pronunció un famoso discurso en Lovćen durante el traslado de las reliquias de Pedro II el clarividente de Lovchen, después de la demolición de la Iglesia de San Pedro por parte de los ocupantes austrohúngaros en 1916, dijo, entre otras cosas, que Dios cuida y se ocupa de los niños y los enfermos y le dio al Metropolita de Cetinje una cruz para que la llevara. De hecho, el Metropolita de Cetinje está tratando de llevar su cruz y la cruz de la Metropólis de Montenegro y el Litoral, participando, con esta enfermedad, en los sufrimientos de millones de personas en todo el mundo, hasta del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Participando en llevar esa cruz del mundo entero, el Metropolita también hoy, gracias a Dios, participó del Cuerpo y la Sangre del Señor Dios y Salvador Jesucristo en la fiesta de San Juan el Teólogo, el apóstol del amor, de quien aprendimos las palabras de Cristo de que los dos mandamientos principales son: ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu pensamiento y con todas tus fuerzas, y ama a tu prójimo como a ti mismo. El amor como principio de la vida humana. Y es precisamente, yo diría, que Dios envió sufrimiento a la humanidad para curarla del odio, del engreimiento, del egoísmo, del individualismo, para que la humanidad entendiera que el ser humano es débil e impotente en la tierra, y que es Dios el único que da Vida Verdadera, y no sólo esta vida pasajera de hoy a mañana. Dichos sufrimientos recuerdan la dignidad humana, la dignidad eterna e imperecedera, porque el hombre es un ser creado para la eternidad, no para la fugacidad y la nada. Dios usa estos medios para recordarnos que la muerte no es la última palabra de esta vida, sino sólo una preparación para lo que es eterno e imperecedero: el Reino eterno del Dios de amor - el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. En este nombre, saludo y bendigo a todos los que se preocupan por mi salud, pidiéndoles que se ocupen de la salud de todos los que sufren, no solo aquí en el hospital de Montenegro, sino en todo el mundo.
Es universal el sufrimiento que ha reinado hoy y le pido al Señor que Dios perdone los pecados de todas las personas y nos devuelva a nosotros mismos y a los demás a los valores eternos, al misterio de la vida eterna, para disminuir el sufrimiento porque no es fácil para el mundo llevar este sufrimiento y todo lo que está sucediendo hoy. Que la bendición del Señor sea sobre todos, especialmente sobre los que me recuerdan también, porque veo que hay muchas personas de diferentes partes que oran por mí, y les agradezco sus oraciones. Esperamos en el Señor que podamos continuar nuestro trabajo y que esto sea una preparación para la continuación del trabajo, si Dios quiere. ¡La bendición de Dios para todos, por muchos y bendecidos años!", dijo el Metropolita Amfilohije
Vesna Devic
(www.mitropolija.com)
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