Enseñanzas de los Santos Padres acerca de la práctica de las virtudes como remedios contra las pasiones: ACERCA DEL RESENTIMIENTO
Continuando con las enseñanzas de los Santos Padres acerca de la práctica de las virtudes como remedio contra las pasiones, en esta Gran Cuaresma, compartimos estas palabras de San Juan de la Escala acerca del RESENTIMIENTO. El Padre Juan explica de dónde viene y da consejos de cómo liberarse de él
Del libro “La Escala del Divino Ascenso” de San Juan Clímaco
CAPÍTULO IX. Noveno Escalón:
Acerca del Resentimiento.
1.Las santas virtudes se comparan con la escalera de Jacob, y
los vicios con la cadena que cayó de las manos de San Pedro. Pues
las virtudes, enlazadas unas a otras (por casualidad o consecuencia
natural) forman una perfecta escalera que nos conducen hasta el
cielo; pero los vicios, unidos entre sí como eslabones, forman una
escalera espiritual que tiene a los hombres presos en el pecado y
los lleva hasta el infierno. Y como ya hemos comprendido que la
cólera tiene como hijo al resentimiento, es hora que nos ocupemos
de él.
2.El resentimiento acrecienta el furor, es guardián de los
pecados, odia la justicia, destruye las virtudes, envenena el alma,
confunde en la oración, es ruina para la caridad, es como clavo
hincado en el corazón, dolor agudo, amargura voluntaria, pecado
perpetuo, maldad que nunca duerme y malicia a todas horas.
3.Esta oscura y triste pasión es de las que son engendrados
por otras, y a su vez es progenitor de otros vicios. Es por esto que
tenemos la intención de tratar más largamente sobre él.
4.El que desterró de su alma la ira, ha desterrado también el
resentimiento que de aquella proviene; si el padre ha muerto no
puede engendrar más hijos.
5.Aquel que conserve la caridad desterrará la venganza, mas el
que cultive la enemistad por sí mismo se obliga a grandes trabajos.
...
7.Yo vi como el odio lograba separar a los que hacía tiempo
convivían. El recuerdo de las injurias rompía así el fuerte vínculo de
la fortificación. ¡Qué espectáculo sorprendente! ¡Un demonio pelear
con otro demonio! Más puede ser que todo esto haya sido
disposición divina y no obra del demonio.
…
9.Dirige todo tu resentimiento contra los demonios, y todo tu
odio sobre tu propio cuerpo, que es un enemigo muy engañoso, ya
que cuanto más nos regala tanto más nos daña.
10.Los rencorosos tuercen las Escrituras para defender sus
malos propósitos. Sin embargo, bastaría recordar la oración que
Jesús nos enseñó, la cual no podríamos repetir si estuviéramos
llenos de resentimientos.
11.Si aún después de ardua lucha no pudieses desterrar del
todo esta pasión, al menos trata con palabras y con el rostro de
mostrar a tu enemigo que te pesa lo hecho. Así, por lo menos,
aunque simules, te avergonzarás de no tenerle el amor que le
debes; tu propia conciencia te acusará y remorderá.
12.Tú sabrás que te has desembarazado de esta enfermedad,
no por los ruegos a tus enemigos, ni por los presentes que les
ofrecieras, ni cuando les convides a tu mesa, sino solamente,
cuando viéndolos padecer de algún mal espiritual o corporal, sufras
o llores como si te ocurriera a ti.
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