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Epístola Pascual de Su Santidad Porfirije, Patriarca Serbio


La Iglesia Ortodoxa Serbia a sus hijos espirituales

en la Pascua, año 2021


+PORFIRIJE


Por la gracia de Dios

Arzobispo Ortodoxo de Pec, Metropolita de Belgrado-Karlovac y Patriarca serbio,

con todos los Jerarcas de la Iglesia Ortodoxa Serbia,

a los sacerdotes, monjes y todos los hijos e hijas de nuestra Santa Iglesia:

gracia, misericordia y paz de Dios Padre, de nuestro Señor Jesucristo

y del Espíritu Santo,

con la alegría del saludo pascual:


¡Cristo Resucitó!


Venid a la nueva especie de la Vid, a la alegría piadosa, al propicio día de la Resurrección. Entremos en la comunión del Reino de Cristo, cantándole como Dios por los siglos.

(Canon de Pascua, primera estrofa del octavo canto)


Con estas palabras, queridos hermanos y hermanas, celebrando la Resurrección de Cristo, la Iglesia nos invita y nos reúne a la piadosa alegría pascual, alegría que supera y está por encima de todas nuestras alegrías terrenales. La alegría piadosa que el Señor nos ha preparado es el gozo de la Vida Eterna, la eterna victoria del Bien sobre el mal y la derrota de los demonios. El maravilloso Juan Crisóstomo exclama con alegría festiva: "Que nadie (hoy) tenga miedo de la muerte, porque la muerte del Salvador nos libera: ella ha sido apaga por Aquél que la padecía; y el hades ha sido conquistado por Aquél que había descendido al mismo, el hades se amargó cuando recibió el Cuerpo de Aquél”.

La esencia de esta piadosa alegría pascual nuestra es el Mismo Jesucristo Resucitado, que se da a Sí mismo como "nueva especie de la viña" para que La bebamos. En el gran y divino Misterio de Su Cuerpo y Sangre, Él nos dice: "Tomad, comed, este es mi Cuerpo ...", y luego: "Bebed, esta es mi Sangre del Nuevo Testamento ...". El Señor no establece el Nuevo Testamento en algunos ritos o rituales religiosos, sino que lo establece en Sí Mismo mediante el entregarse eternamente a Sí Mismo como Alimento y Bebida divinos.

A nuestro dolor del Viernes Santo y Sábado Santo, mientras seguíamos a Cristo el Señor desde Getsemaní hasta el Gólgota, el Señor lo cambió repentinamente y nos introdujo en la alegría de la Pascua. ¡Es, como dice el poeta de la Iglesia, un día especial! Ese es el día de la Resurrección. Es el poder bondadoso de la resurrección que ni los hijos de Israel escogidos por Dios ni los sabios griegos pudieron comprender. Los primeros decían que el sermón sobre la resurrección era "insania", los segundos decían que era "locura". Y precisamente por el hecho de que para los primeros era "insania" y para los segundos "locura", el Señor mostró la grandeza de la gracia y el poder divinos. Sabiendo esto por experiencia, regocijémonos, hermanos y hermanas, y alegrémonos, exclamando unos a otros: ¡Cristo resucitó! ¡En verdad resucitó!

La resurrección del Señor Jesucristo, hermanos y hermanas y queridos hijos espirituales, es el acontecimiento más grande en la historia del mundo visible e invisible. Por eso es un acontecimiento irrepetible. La Pascua es una nueva creación y para el hombre es un nuevo nacimiento. ¡Mira, todo se ha vuelto nuevo! El Dios-Hombre Jesucristo resucitó de entre los muertos y todos los "valores" que existían hasta ahora fueron derrocados y se creó un nuevo mundo. Exaltado por el misterio de la Resurrección de Cristo, el santo Apóstol Pablo da testimonio de lo que sabe y de lo que es verdad: da testimonio de que "si alguno vive en Cristo, nueva criatura es; lo antiguo pasó, he aquí que se ha hecho nuevo”. Y agrega: “ Y todo esto es obra de Dios, quien nos reconcilió consigo por medio de Jesucristo, y nos ha confiado el ministerio de la reconciliación” (II Cor. 5:17-18). Aquella es esa profundidad y altura inalcanzables del misterio de la Resurrección de la que tanto escriben y cantan los Santos Padres de la Iglesia. Lo más importante, hermanos y hermanas, es conocer la profundidad y la altura del misterio de la Resurrección, creer en él y ser salvos por él. No permitamos que la fiesta de la Resurrección de Cristo sea para nosotros una fiesta de costumbres, como a menudo escuchamos, sino una fiesta de vida nueva, esperanza nueva, de nuevas criaturas. Verdaderamente es a tal celebración y alegría que nos invita la Iglesia.

En esta fiesta de la Pascua, paso de la muerte a la vida verdadera y eterna, el Señor nos invita a saborear la "nueva especie de viña", esa viña en la que Él es la Vid y nosotros la uva. Dios creó al mundo como una buena viña. En Su comentario sobre los viticultores malvados, Él dice que el anfitrión plantó una viña, la rodeó de una cerca, cavó un lagar, construyó una torre y la entregó a los viticultores para que la cultiven. Cuando llegó el momento de la siega, el dueño de la viña envió a sus siervos a traer el fruto de la viña. Al ver que venían los siervos del dueño de la viña, los viñadores, que mientras tanto se habían convertido en ladrones y usurpadores de la dádiva de Dios, "atraparon a los siervos, golpearon a uno, mataron a otro y apedrearon a otro más". Al final, el señor de la viña envió a su hijo, diciendo: "A mi hijo respetarán". En lugar de respetarlo, lo atraparon, lo sacaron afuera y lo mataron. Esto es exactamente lo que vimos el Viernes Santo: condenando injustamente al Señor, lo crucificaron.

Acabamos de pasar el horror del Viernes Santo, cuando vimos el asesinato del Heredero de la Viña en la Cruz, mas he aquí estamos en la alegría de la Viña nueva, en la alegría de la Vida nueva. Ha llegado el momento de la verdadera Vid y la verdadera uva. Por lo tanto, venid todos, y probad la nueva clase de viña de Dios y ved que el Señor es bueno y bondadoso. Esta es una nueva alegría con la que nos regocijamos todos los que exclamamos: ¡Cristo ha resucitado! Y todos los demás cristianos se regocijan con nosotros, todos los que experimentan la bondad de Dios, toda la creación de Dios. Los invitamos, queridos hijos espirituales, a la alegría de la Resurrección para alejar de nosotros el dolor de nuestra vida, el dolor que nos oprime desde hace más de un año, el dolor que ha entrado en cada poro de nuestra vida, el dolor que ha cerrado muchas casas. Levantémonos y alegrémonos, y exclamemos triunfalmente unos a otros: ¡Cristo resucitó!

Con un alegre saludo pascual ¡Cristo resucitó! los saludamos a todos ustedes, queridos hijos espirituales, que viven en todo el mundo, a ustedes que están lejos de sus hogares, de su patria y, a menudo, de sus seres queridos. Sepan que su Iglesia de San Sava se preocupa constantemente por ustedes como partes inseparables de nuestro pueblo y miembros vivos del Cuerpo de nuestra Iglesia. Los convocamos al voto, ante el Señor Resucitado y Sus santos, de preservar y fortalecer primero la unidad interna de nuestra Iglesia, y luego la unidad nacional, lingüística y cultural. ¡No permitan que el tiempo y la oportunidad los dividan y los separen unos de otros y, por lo tanto, de la Madre Iglesia! A pesar de que están constantemente bajo ciertas presiones, lo que provoca desacuerdos y disputas entre ustedes, rogamos al Señor Resucitado por ustedes, para que en Él Resucitado ustedes encuentren la fuerza para vuestra unidad y virtud para vuestra armonía fraterna. Los invitamos a tener siempre ante ustedes a los maravillosos ejemplos de fe y patriotismo de nuestros gloriosos antepasados y nuestros sobresalientes que, viviendo lejos de su tierra, asombran al mundo como Tesla, Pupin y muchos otros. ¡Seamos dignos herederos de sus nombres y de sus grandes hazañas, de su ejemplo y carácter!

Hoy, recordamos especialmente en oración a nuestros hermanos y hermanas afligidos en Kosovo y Metohija. Los saludamos especialmente y los animamos a ser firmes y constantes en la fe, la esperanza y el amor. Cristo el Señor crucificado y resucitado está con ustedes, queridos hijos espirituales, hijos e hijas de Kosovo y Metohija. Todo el pueblo serbio está con ustedes, todos los pueblos ortodoxos del mundo están con ustedes, todas las personas justas y amantes de la verdad están con ustedes. Quizás nada ha unido tan fuertemente a los cristianos ortodoxos del mundo como Kosovo y Metohija, un símbolo de dignidad, de honor, de lucha justa por una vida libre en los hogares ancestrales y la resistencia a la fuerza y la injusticia. Cantamos con el Santo Rey David: Dios está con nosotros, entiendan naciones y obedezcan, ¡porque Dios está con nosotros!

¡Saludamos también con Cristo Resucitado a todos los creyentes hijos e hijas del orgulloso Montenegro! Nos dirigimos especialmente a ellos: con ustedes está nuestro amor y nuestras oraciones, queridos hijos espirituales, porque están en situaciones especiales, mejor dicho problemas y angustias, en constantes luchas espirituales. Que el Señor Cristo Resucitado sea para ustedes, como antes, el fundamento inquebrantable de vuestra fe, vuestra unidad y comunión con todos vuestros hermanos y hermanas, tanto en Montenegro como en Serbia y en todo el mundo. Que las oraciones y bendiciones de los grandes agradables a Dios, santos y hacedores de milagros Basilio de Ostrog, Pedro de Cetinje y todos los santos, los acompañen en todas vuestras luchas por la victoria del Bien sobre el mal, del Amor sobre el odio, la Unidad sobre las divisiones, la santidad sobre el odio de la desolación espiritual.

Saludamos cordialmente a nuestros hermanos y hermanas en la República de Srpska y Bosnia y Herzegovina, en Croacia, Eslovenia y Macedonia del Norte. No tenemos ninguna duda de que ustedes, queridos hijos espirituales, con sus Jerarcas, sacerdotes, monjes y monjas, recibirán y celebrarán la gran fiesta de la Resurrección de Cristo de la mejor manera posible, con el corazón abierto hacia sus vecinos no ortodoxos, de otras confesiones. ¡Que el Señor Cristo Resucitado esté con todos vosotros y con todas las personas de buena voluntad que los rodean!

Nuestros pensamientos y oraciones vuelan todos estos días a todos los enfermos, especialmente a los infectados con el virus covid-19, así como a todos los médicos y personal de salud, que están desinteresadamente arriesgando sus vidas, luchando por salvar a los que sufren del coronavirus y otras enfermedades. Hermanos y hermanas, todas las naciones del mundo, de Este a Oeste, y de Norte a Sur, han sido golpeados por esta peligrosa enfermedad causada por un virus invisible. El año pasado, esperábamos que la infección pasara rápidamente. Desafortunadamente, no solo no pasó, sino que este año continuó acosando en todo el mundo. Hoy rezamos por la curación de todos los enfermos, así como por la paz de las almas de todos los difuntos. Respetando las recomendaciones de la medicina, ¡encomendémonos nosotros mismos y los unos a los otros, y toda nuestra vida a Cristo Dios!

Con el deseo orante de que todos reciban y celebren la Pascua, la Fiesta de las Fiestas, con regocijo espiritual y fortaleza corporal, los saludamos una vez más con el más feliz saludo:

¡Cristo Resucitó!


Dado en el Patriarcado Serbio en Belgrado, en la Pascua del año 2021

Por vuestros orantes ante Cristo Resucitado:

ARZOBISPO DE PEC

METROPOLITA DE BELGRADO-KARLOVAC

Y PATRIARCA SERBIO PORFIRIJE

Metropolita de Dabro-Bosnia CHRYSOSTOM

Obispo de Sabac LAVRENTIJE Obispo de Srem VASILIJE Obispo de Banja Luka JEFREM Obispo de Budim LUKIJAN Obispo de Banat NIKANOR Obispo de Nueva Gracanica-Medio Oeste de EEUU LONGIN Obispo de Canada MITROPHAN Obispo de Backa IRINEJ Obispo de Gran Bretania y Scandinavia DOSITEJ Obispo de Europa Occidental LUKA Obispo de Zicha JUSTIN Obispo de Vranje PAHOMIJE Obispo de Sumadija JOVAN Obispo de Branicevo IGNATIJE Obispo de Zvornik-Tuzla FOTIJE Obispo de Mileseva ATANASIJE Obispo de Budimlje y Niksic JOANIKIJE Obispo de Düsseldorf and Germany GRIGORIJE Obispo de Ras y Prizren TEODOSIJE Obispo de EEUU Occidental MAXIM Obispo de Gornji Karlovac GERASIM Obispo de EEUU Oriental IRINEJ Obispo de Krusevac DAVID Obispo de Slavonia JOVAN Obispo de Austria y Switzerland ANDREJ Obispo de Bihac-Petrovac SERGIJE Obispo de Timok ILARION Obispo de Nis ARSENIJE Obispo de Buenos Aires Sur y Centro América KIRILO

Obispo de Australia y New Zealand Metropolia SILUAN Obispo de Dalmacia NIKODIM Obispo de Osek-Polje y Baranja HERUVIM Obispo de Zahumlje y Hercegovina DIMITRIJE Vicario Obispo de Moravica ANTONIJE Vicario Obispo de Remezijan STEFAN Vicario Obispo de Mohac ISIHIJE Vicario Obispo de Diokleia METODIJE

ARCHIDIOCESIS ORTODOXA de OCHRID: Arzobispo de Ochrid y Metropolita de Skoplje JOVAN Obispo de Polog y Kumanovo JOAKIM Obispo de Bregalnica MARKO

Vicario Obispo de Stobi DAVID


Traducción de la Diócesis de Buenos Aires, Sur y Centro América de la Iglesia Ortodoxa Serbia

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