Oración de San Efrén el Sirio nos ayuda a enfocarnos en nuestra lucha contra nuestras pasiones
Continuando con los envíos de material dedicado a la Gran Cuaresma, compartimos hoy la oración de San Efrén el Sirio. Es una oración muy importante que se reza durante la Gran Cuaresma. La rezamos durante los oficios de Gran Cuaresma de lunes a viernes, en señal de contrición y arrepentimiento (sábado y domingo no la rezamos porque estos días son más festivos). Y en las casas la rezamos al final de las oraciones de la mañana y al final de las oraciones de la noche.
Oh, Señor Soberano de mi vida, no me des espíritu de ociosidad, desaliento, amor al mando y vanilocuencia.
Espíritu de castidad, humildad, paciencia y amor concédeme a mí, tu siervo.
Oh Señor y Rey, concédeme ver mis propios pecados y no juzgar a mi hermano, porque eres bendito por los siglos de los siglos Amén
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Se reza de la siguiente manera: Rezamos la primera parte de la oración y luego hacemos una prosternación (hasta el piso). Luego rezamos la segunda parte y hacemos otra prosternación. Luego la tercera parte y hacemos otra prosternación. Luego rezamos 12 veces la oración: "Oh, Dios purifícame a mi pecador" haciendo una metania (inclinación) cada una de las 12 veces. Y finalmente se vuelve a decir toda la oración de San Efrén, completa, y terminamos con una prosternación.
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Esta oración nos ayuda a recolectar nuestra atención dispersa en distintos deseos e intenciones, para enfocarla en nosotros mismos, y así poder ver con claridad nuestras propias debilidades y flaquezas y luchar contra ellas, pidiendo para ello la ayuda de Dios.
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