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Slava del Monasterio San Sava – la Madre María fue nombrada Abadesa del Monasterio




El pasado domingo 29 de enero en la Ciudad de Buenos Aries, Argentina, se celebró a San Sava, Primer Arzobispo de Serbia. La conmemoración del Santo se llevó a cabo en el Monasterio San Sava, ya que era su “Slava” o Fiesta Patronal. Su Eminencia Obispo Kirilo invitó para el evento a Su Eminencia Leonid Obispo de Argentina y Sudamérica del Patriarcado de Moscú. Ambos concelebraron la Divina Liturgia, asistidos por el Protopresbítero Sergei Yurin, el Protopresbítero Esteban Jovanovich, el Hieromonje David Janketic y el Diácono Andrei Porohnya.

Antes de comenzar la Liturgia, los Obispos bendijeron las refacciones que se llevaron a cabo durante varios meses en el templo y en las instalaciones del Monasterio. Y acto seguido, el Obispo Kirilo elevó a la Madre María al rango de Abadesa del Monasterio.

A la Liturgia asistieron el Encargado de Negocios de la Embajada de Serbia, el sr. Dejan Blagojevic, y demás miembros de la Embajada. También estuvo presente personal del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), institución que participó de las refacciones. Y muchos fieles de distintas comunidades.

Al final de la Liturgia se realizó el oficio de la “Slava” del Monasterio. Luego de la Liturgia el Obispo Kirilo hizo entrega a la representación del Sindicato SOMU una mención al Reconocimiento al Mérito – Grammata, dirigida al Secretario General sr. Raúl Durdos, por la participación del Sindicato en las refacciones del Monasterio.

Luego el Obispo dijo unas breves palabras, agradeciendo a todos los que ayudan al Monasterio, la Comisión de benefactores, y a todos los feligreses que ayudaron todo este tiempo en la limpieza y preparación de la celebración. Y relacionado a San Sava el Primer Arzobispo de Serbia, dijo entre otras cosas: “Así como leímos en el Evangelio de hoy, que nos habló de cómo Zaqueo el jefe publicanos aprendió gracias a Cristo, a valorar la riqueza espiritual más que a la riqueza terrenal, de la misma manera San Sava que era príncipe, abandonó todo lo relacionado a la realeza para dedicar su vida a Dios. Es decir que valoró más el Reino Celestial antes que el reino terrenal. San Sava fue ejemplo de ascetismo, ejemplo de servicio pastoral, y no solamente se preocupaba por la Iglesia sino también por las leyes gubernamentales. Así fue como escribió el libro llamado Nomocánon, que es una compilación de leyes bizantinas religiosas y también dirigidas a la relación entre la Iglesia y el Estado”, dijo el Obispo Kirilo.

Luego el Obispo Kirilo pidió al Obispo Leonid que diga unas palabras. Monseñor Leonid en su sermón dijo : “Los rusos con gran fervor honran, veneran y rezan a San Sava, Primer Arzobispo de Serbia. Para comprender por qué los rusos, serbios y en general el mundo ortodoxo veneran a este Santo, es importante resaltar algunos aspectos de su vida. San Sava fue el fruto de una promesa de sus padres a Dios. Dios escuchó sus oraciones y les dio un niño llamado Rasko. Rasko nació en medio de una familia real pero el alma de este joven no buscaba la vida de la realeza sino que buscaba la vida de servicio a Dios. Y Dios vio y bendijo en Rasko esa predisposición espiritual de su alma. El joven Rasko oyó una vez de unos monjes rusos cómo es la vida monástica en el Monte Athos y todo lo que oyó penetró su corazón. Decidió seguirlos y así comenzó la vida monástica de Rasko en el Monasterio ruso de San Panteleimon, en el Monte Athos. Allí fue tonsurado monje con el nombre de Sava. Luego fundó un monasterio Hilandar junto a su padre Stefan Nemanja que también siguió el ejemplo de su hijo y se hizo monje recibiendo el nombre de Simeón. Luego San Sava unió a sus hermanos Esteban y Vukan que estaban peleados por el poder en Serbia, y logró la paz en Serbia al llevar las reliquias de su padre San Simeón. Luego San Sava gracias a su sabiduría y ascetismo, logra la Autocefalía de la Iglesia Serbia concedida por el Patriarcado de Constantinopla”.

Luego Monseñor Leonid, continuó diciendo: “Hoy San Sava realizó otro milagro lejos de su Serbia, más precisamente aquí en Buenos Aires, en este Monasterio del cual es Santo Protector. Hoy en el Monasterio nació una nueva Abadesa, la Madre María fue elevada a ese rango hoy y nosotros la felicitamos deseándole la ayuda de la Madre de Dios y de San Sava. Y deseo finalizar mis palabras citando al Santo Venerable Justín de Celije, un Santo de nuestro tiempo. El Venerable Justín dijo: “Sin Cristo, Sava hubiera permanecido siendo Rasko y nunca hubiera llegado a ser San Sava - un santo inmortal y la conciencia del pueblo serbio. Y al pueblo serbio le serán dadas bendiciones por Dios, en la medida en que conserve la herencia de San Sava”, terminó así citando Vladika Leonid al Venerable Justín de Chelije.

Luego todos participaron de un almuerzo festivo organizado por el Monasterio. Durante el mismo, el Presidente de la Comisión de benefactores del Monasterio, el Dr. Elías Jovanovich dijo: “Nuestros padres, los primeros inmigrantes serbios construyeron este templo y este salón, ladrillo por ladrillo, para conservar y vivir su Fe Ortodoxa y para preservar su cultura y tradición serbias. Hubo un período en el que se reunía muchísimas personas, de manera unida. Luego de muchos años, por distintas circunstancias y cuestiones de la vida, hubo un momento en el que las personas que venían no eran tantas como antes. El Metropolita Amfilohije y el Obispo Kirilo le dieron un nuevo destino a esta Iglesia al hacerla Monasterio, destinando a la Madre María como Abadesa que trabaja mucho en él. Y junto a ellos hay feligreses que colaboran como beneficiarios, y todos trabajamos para que sea un lugar que nos siga uniendo en la oración en el Templo, y también luego compartiendo una comida en el salón”, concluyó Elías.

Así terminó la celebración de San Sava en el Monasterio del cual es protector.







































































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